¡Ei! ¡Cuánto tiempo!
¿Qué hay de mis chic@s?
Aquí estoy para enviaros un saludo grande grande, para que sepáis que echo muuuucho de menos ver esos partidillos a los que nos teníais acostumbradas... Jejeje.
También echo de menos a mis compis de grada. Y mi afición por los reportajes videográficos.
Tengo ese gusanillo de coger el coche y marchar rumbo a un pavellón y respirar ese ambiente de competición sana (casi siempre).
Pienso en el ir y venir de un montón de chavalines, y no tan chavalines, cargados con mochilas, y las mujeres, novias, herman@s, padres-madres, hij@s, etc. esperando a que empiece el partido o a que los muchachotes salgan del vestuario (unos antes y otros después).
Y luego, en la grada: gente que ve el partido, gente que anima a su equipo, gente que insulta al rival, gente que insulta al árbitro, gente que está pero no está, y esa afición entregada y divertida, afición que anima, como la que teníais vosotros.
Dicen que nada es eterno, y qué cierto es. Pero, por lo menos a mí, me queda un muy buen sabor de boca. He disfrutado en todos los partidos viendo vuestras victorias, vuestro juego; he sentido vuestras derrotas, vuestros enfados; he conocido a muy buena gente y hay cosas que nada ni nadie las va a cambiar entre todos nosotros.
Las Hackersleaders no tocábamos el balón, no estábamos en la pista, pero hemos sido nosotras las que os hemos animado cuando caíais, las que hemos celebrado vuestros triunfos, las que os han reprochado las equivocaciones y loado los aciertos. Nosotras hemos jugado en la grada. También somos el equipo. Y no me equivoco si digo que vosotros así lo habéis sentido. ¿No es así?
Tanto que quisimos reunirnos para hacer algo juntos y finalmente no lo hicimos, pero nunca es tarde...
Chic@s, que me acuerdo mucho de toda esa época y que no es que quiera que vuelvan esos tiempos (el pasado en el pasado), pero quería que lo supiérais, que no he desaparecido, que sigo estando ahí.
Ahora toca vivir otras cosas y recordar en este blog cómo éramos, quiénes éramos. Fue muy divertido, sí señor.
Besos para todos.
